LOS CELOS, ESE GRAN MOSTRUO QUE NOS ACECHA
Ese monstruo de colores que visita a nuestros hijos y no les abandona desde que se hacen hermanos mayores, a mí me tiene loca. Los celos entre hermanas en mi caso es una loza que soporta mi hija mayor estoicamente, como su cruz particular y ahí está la pobre mía, jorobada perdida.
Adora a su hermana, se deshace cada vez que la pequeña le regala un abrazo, una risa, pero a la vez la quiere mandar » al cielo»
Sí, y me lo suelta la moza sin pelos en la lengua: «Mamá, quiero que la hermana se vaya ya yendo al cielo, estoy harta»
Claro, ante eso yo no sé si escandalizarme, si reírme, si explicarle ( ¿qué le explico?) , o si directamente irme al cielo yo. Aunque claro después de ver «Coco» el cielo se nos antoja la mar de apetecible, pura fiesta y algarabía, dan ganas de pillar la maleta y tirarse por un puente, vaya. En fin, bromas a parte ( y la peli que ha encantado por cierto y he llorado como una auténtica energúmena mientras la veía con hipidos incluidos) he de decir que este camino de aristas de idas y venidas, me tiene mala de los nervios, como a la mítica Martirio.
«Mamá yo quería un gato, incluso un perro, vamos, una mascota, no esta hermana» Otra perla de esas que te hacen reír por no llorar. » Hija, la fauna y tu madre no son precisamente muy compatibles que digamos» Y ella que comprende ese léxico con el que yo le hablo me dice: » Ya, y yo soy incompatible con que la hermana me reviente la vida destrozando mis juguetes»
Me paso el día observando, tratando de guiar a » mi mayor» por esa carretera de la vida, y tal y cómo una persona experta en la materia me indicó ( sí, ya sabéis a quién me refiero y si no pincha aquí) intentando centrarme en guiar a mi hija, en ser como esas lineas de las carreteras para que ella no se pierda y hacerle ver el camino pero respetando su etapa y sus sentimientos. Pero me he convertido en un guardia civil con mala leche mezclado a veces con el poli bueno que siempre va en pareja con el » malo»
Pero que locura amigos, qué locura es esto de ser madre de dos, y a la vez qué feliz me siento de haber traído al mundo a esa pelotilla graciosa que de tantas risas nos ha llenado. ¿Se terminarán los celos entre ellas? Pienso que no, para que nos vamos a engañar, creo firmemente que tal vez se le pase a la mayor y le entre a la pequeña en menos de lo que canta un gallo. Pero también esto convencida de que se adoran, y de que dentro de unos años se mirarán y sentirán que la vida les ha dado algo maravilloso y que tenerse la una a la otra es el regalo que yo quería hacerles.
«Pues menudo regalo mamá. Si la hermana es un regalo, los reyes magos deberían saber que en ninguna carta puse yo nunca que quisiera una hermana. Vamos esta hermana es que es tonta»
Y ahí sale mamá, y papá por supuesto ( no creíais que mi esposo es el convidado de piedra) a intentar lidiar con semejante miura.
Ayer un papi en una sesión newborn, miraba a su niña de 2 años y medio, ( similar a mi pequeña) y miraba a su bebé de 6 días y le decía: «Aunque seas la hermana mayor ya, para mi siempre vas a ser mi pequeñita» Pues algo siento yo, ella, tan hermana mayor, tan diferente, tan peculiar, con ese carácter, esa actitud, esa sensibilidad… y tan sufridora de las cosas, no puedo evitar sentir una ternura extrema por su » posición» y pensar que no es fácil ser la HERMANA MAYOR.
Yo no sé lo que es eso, no tengo hermanos, ya os hablé en un post sobre mi «rareza» de ser hijas única en la década de los 80 ( viejuna que me hago… ) Tal vez por eso me desconcierto. ¿Consejos, opiniones? Bienvenidos serán vuestros comentarios.
2 respuestas
No sé si es aquí exactamente dónde debo comentar…. En mi casa existe un celo distinto… (Celo entre hermanas mellizas). Es ese celo del que no te libras ni un solo día, porque viene con ellas en el parto. Soy una única madre, y ellas quieren ser únicas también, aunque sólo sea un ratito al día, te llama una, y te requiere la otra, siempre le das más besos a una que a otra (eso ven ellas), siempre coges más a un que a otra, atiendes más a una que a otra….un sin fin de situaciones en las que no te puedes partir en dos para atender por igual en cada instante. Les gusta ir solas conmigo (de una en una) , también creo que tienen esa necesidad que tienen los hermanos donde nace uno y es el protagonista hasta que nace el otro. Necesitan sentirse hijas únicas aunque solo sea por una tarde, toda la atención y los halagos para una sola. Pero bueno también tienen la suerte, de estar acompañadas desde y para toda la vida. Existe una rivalidad positiva, un vínculo especial, y una complicidad única, que superan todos esos «Celos». Sobre todo intentamos que aprendan que cada una tiene su momento…y que sobre todas las situaciones las dos son igual de importantes. Se quieren con locura y no pueden estar una sin la otra. Espero que te haya servido mi experiencia con los celos.
muchas gracias por tu comentario, roció, desde luego una experiencia la tuya, madre mía! el mundo de los mellizos y gemelos tiene que ser muy pero que muy especial, un beso!