Como los besos que no de dan y se pierdes para siempre. Sí. Algunas no queréis o no sabéis que queréis tener fotos de embarazada y pienso que no deben dejar atrás tu sesión de fotos de tu embarazo. Tremendo error, chicas. La mayoría de las veces es porque las embarazadas ( y ahora empezaré a hablar en plural como si yo fuera la eterna preñada) nos sentimos gordas e hinchadas por normal general. Pero es una gran falacia de los sentidos, una mentira, algo que vemos y no está ahí. Estamos preciosas, estamos con una luz en el rostro increíble, tenemos un pelazo que luego se caerá y recordaremos desde la nostalgia más absoluta. ¿Y de la piel? ¿Qué me decís de la piel? Tenemos la piel tersa y llena de vida porque la sangre se ha multiplicado en nuestro cuerpo. En ese cuerpo serrano hay, mínimo, ¡¡¡dos corazones dentro!!! ¿No es algo mágico e increíble? ¿No merece esto que nos hagamos unas fotos para que nunca se nos olvide la época en que tuvimos la suerte de llevar dos almas? Por favor, por favor, pensároslo dos veces antes de decir eso de “yo sólo quiero las fotos del bebé, embarazada paso de hacerme fotos porque estoy horrible.”
Se me ponen los pelos como escarpias, si fuera vuestra madre os daría una colleja, sí, os la daría, perdonad este amago violento, pero ganas me dan.
Fotografía tu embarazo
Yo me hice en mis dos embarazos centenares de fotos, de todo tipo, en cada etapa, y pocas me parecen. Me hice un auténtico seguimiento del embarazo y pocas son. Las miro y me recuerdan tantas cosas, las observo con detenimiento y siento de nuevo las patatas de mis niñas los movimientos, y me miro y me veo tan espléndida y feliz…
Haceros fotos, hacérosla con el móvil, con una camarita básica, con una réflex que no sabeis manejar pero aunque sea en automatico, y venid a verme si quereis algo inolvidable. Con el tiempo tendrá un valor indescriptible y para vuestro futuro bebe más todavía. Haceros fotos, por favor, que vuestro niñito futuro vea su primera casa, tu barriguita, y se deleite en ella.
Mis amigos de Facebook se conocen mi barriga casi mejor que mi marido porque yo estaba tan feliz con mi embarazo que no podía dejar de poner fotos casi semanales. Son cosas que una no hace por molestar, simplemente las hormonas me dieron por cosas muy variopintas. ¿Y a vosotras os pasó algo así?
Os confieso un secreto, un secreto a voces porque ya lo conté en mi Facebook personal ( pobres amigos de mi Facebook personal, las cosas que tienen que oír) En mi primer embarazo yo me moría viendo videos de Chayanne. A todas horas, cada vez que podía, me quedaba sola con mi litro y medio de helado de menta y chocolate y me ponía como una auténtica posesa a ver a Chayanne cantando “Torero”… “Oye Mar”… es que me daba igual, era una cosa compulsiva. Me llenaba de alegría y de gozo, mis hormonas se venían arriba y abajo y bailaban al ritmo de las canciones del chulazo de Chayanne.
Es algo que ahora lo pienso y me hace hasta gracia, pero no se me olvida, porque hay cosas que se quedan grabada en tu mente para siempre. La sensación de las patadas de mis niñas, el sonido de su corazón en las ecos, el miedo que sentía cuando no me la notaba moverse unos minutos, los cascos en mi barriga para ponerles música, las nauseas, por desgracia, tampoco se olvidan. Esas sensaciones se quedan contigo, pero si no tuviera mis fotos no recordaría la forma de mi barriga, ni como tenía la cara de pecas, ni recordaría lo largo que me dejé el pelo, o lo que me gustaba pintarme las uñas de color caldera. Me dejé el pelo muy largo con la ilusa ilusión de hacerme una foto semidesnuda y que la melena me tapara el pecho, ¡toma ya! qué inocente yo pensar que la ley de la gravedad no haría necesaria una melena mucho más larga todavía para que no se viera nada indiscreto. Me quedé sin foto a lo sirenita pero da igual, tengo recuerdos tan bonitos de esa etapa y en gran parte gracias a las fotos que me hice. Tampoco me acordaría del lote de galletas oreo que me daba si no fuera por mi foto con cajas y cajas de galletas de esa marca, y no otra. Tampoco tendría una preciosa imagen en la que sentirme protagonista absoluta de mi momento y sobre todo, no recordaría con la misma nitidez la carita de mi niña mayor darme millones de besos en la barriga, ni como ponía su orejita sobre mi panza. Esos detalles tal vez se me olvidarían dentro de unos años, y no quiero. Quiero que mis niñas se “vean” dentro de mí, y me vean a mi con su reflejo maravilloso en mi cara. Jamás estaré tan guapa y tan maravillosamente gorda. Y sí, mi cuerpo ha cambiado tras los dos partos y mucho, pero no cambiaría por nada del mundo llevarlas 18 meses dentro. 18 meses embarazada de toda una vida, es tan poco, tan poco, que cientos de fotos no es nada.
2 respuestas
Estoy de acuerdo en lo que dices. Yo no estaba muy convencida de hacerme las fotos embarazada, nunca me he gustado en ellas. Pero la verdad, sacaste lo mejor de mí en mi sesión, y ahora, al volver y volver a ver esas fotos, no puedo estar más agradecida de haberlo hecho, y todo gracias a ti. Eres toda una ARTISTA.
muchas gracias, Vanessa. Un año ya de tu sesión de embarazo, parece mentira. Para mí es un placer que volváis a mi casa una y otra vez, y ya sabes que tenemos pendiente una sesión de altos vuelos…jajaja!! Es muy agradable saber que he formado parte de la creación de esos recuerdos tan importantes. Hoy tras leer este pots he recibido la llamada de 5 embarazas.¡Misión cumplida! No se trata de vender sesiones de embarazo, si no de convencer de lo importante que es guardar la memoria de los momentos con imágenes. Si encima hacen la sesión conmigo, mejor que mejor, por supuesto. En que buena hora vinisteis por aquí!! 🙂