Fotografía eventos, book profesional, personal, en Sevilla.
Al habla Vanessa. Publicista de formación, fotógrafa de profesión y, para qué negarlo,
obsesiva —pero versión sana— de que el marketing y la comunicación de mi empresa funcionen como un reloj suizo. Aquí se hacen fotos, sí, pero también se piensa, se escribe, se pule
y se cuida cada detalle con primor.
En 2013 comencé mis pasos en la fotografía infantil y en ello sigo y seguiré. Me encanta
mi trabajo, disfruto muchísimo con cada sesión, y, si algo me define, es que me cuesta estancarme. Y aunque sea mi principal actividad, no podía retirar la mirada de otros
horizontes, porque siempre estoy buscando nuevas formas de contar historias compatibles
con mis estudios de fotografía infantil Érase una vez la luz.
Y ahí, en una de esas historias que parecen casuales pero que, en realidad, están llenas
de señales, aparece Ana Cuesta: actriz profesional con recorrido en cine, televisión,
teatro y cortometrajes. Venía a hacerse una sesión de embarazo. Y sí, yo ya la conocía. La había visto actuar y me encantaba su trabajo. ¡Estaba emocionada! Se lo conté a mi madre y todo.
Ese día fue muy especial. Mi madre se plantó allí la primera, a recibir a mi
clienta-artista de los nervios y de picos pardos, como si viniese Penélope Cruz, nada más
y nada menos. Una ilusión tremenda, vamos.
Ana debió de flipar cuando vio el percal… Lo bueno es que no salió corriendo. Menos mal
que no fui al chino a por la alfombra roja, porque hubiese parecido un poco psicópata,
jajaja.
La sesión fue divertidísima. Conectamos enseguida: buen rollo, mucha charla y esa
complicidad que aparece cuando dos personas disfrutan de lo que hacen. Y tuvimos más sesiones después, y mantuvimos el contacto. Ella estuvo fuera varios años y vivió
diferentes circunstancias difíciles; nos distanciamos un poco ese tiempo, pero me gustaba seguir su camino por las redes y ver a sus peques crecer por su famoso blog de maternidad. Ambas somos madres, y ahí también teníamos un importante punto de unión.
Lo que no imaginaba es que, años después, Ana volvería a aparecer en mi vida para decirme: —Vane, quiero aprender bien fotografía. Me apasiona desde que era pequeña, y esta vez voy en serio. Quiero dedicarme a ello. No tengo prisa, pero sí ganas y mucha pasión.
Y vaya si iba en serio.
Se formó, se implicó, se puso manos a la cámara… y hoy es una fotógrafa súper preparada,
con una sensibilidad única y una mirada preciosa. Además, es muy divertida y ve la foto
antes de hacerla: es rápida y aguda. Con ella el trabajo es divertido, y te contagia su
ritmo, su nervio y su vitalidad. Aparte de ser muy formal y cumplidora.
Así nació Érase una vez tu día, un proyecto que acabamos de parir con muchísima ilusión:
– Yo, Vanessa, al frente de la contratación, organización, atención al cliente y entrega
de trabajos.
– Ana, que se encarga del reportaje en sí durante el evento, especialmente en comuniones, colegios y celebraciones.
– Y Jesús Ponce, director de cine y profesional del mundo audiovisual, que se suma en los proyectos donde hace falta una tercera persona o trabajo de vídeo.
Entre los tres formamos un equipo con una visión compartida: queremos contar tu historia con una mirada especial, sensible y honesta. Una mirada que bebe del cine, del teatro, de la infancia, de la emoción real. Te vemos…
y ¡tú mereces recordarlo bonito!
Y sí, lo confesamos:Las personas que trabajamos mucho con niños estamos un poquito loquitas.
Pero de la mejor manera posible. Esa locura buena que se contagia y te hace ver el mundo con más risa, más ternura y más ganas de celebrar la vida.
Así que, si tienes un bautizo, una boda, una comunión, una fiesta o simplemente un día importante que merezca ser recordado…
Aquí estamos.
Con cámara, alma, muchas ganas..
Y el deseo de que tu historia también empiece con:
Érase una vez… tu día.
