¿Cómo debería actuar la familia ante la llegada de un bebé?
Hasta que no somos padres no reparamos en ciertas cosas y cuándo visitar y cómo comportarnos ante la llegada de un recién nacido a la familia o grupo de amigos es algo que sólo te das cuenta cuando tienes hijos. Encima desde que soy fotógrafa de bebés recién nacidos y niños todavía trato con más padres y compartimos opinión sobre este asunto en la mayoría de los casos.
Tengo la suerte y lo digo a boca llena, de tener una gran ristra de amigas y personas que me quieren a mí y a mis hijas. Cuando Vera nació recuerdo que fue un gran subidón para todos, fueron a verla decenas de personas al hospital y aunque me sentí muy querida y sumamente agradecida ( además tenía tal chute de hormona de la felicidad que estaba happy a tope) me di cuenta con el tiempo de que con Mar lo haría de otra manera. Todo el mundo ( creo) lo entendió y sólo recibimos en el hospital la visita de personas muy directas que se pueden contar con los dedos de una mano y además al día siguiente y no justo tras parir. Aquella noche fue de mi marido, mi nueva y pequeña hija y mía. Fue la mejor decisión que tomamos porque lo vivimos de una forma mucho más relajada. Nadie estaba fuera esperando horas y horas como con Vera a que naciera y yo me sentía mucho mas tranquila. Pero esto es algo muy personal.
Antes de ser madre, cuando nacía un bebé ( de la prima, de la amiga, de personas de más o menos cercanía…) allí estaba yo al día siguiente con mi pedazo de regalo que le ponía encima de la barriga recién parida a la mamá, pensando que no podía quedar mal con esa persona, o que tenía tantas ganas de conocer al bebé que tenía que ir sí o sí. No cabía otra opción en mi cabeza, por eso, no critico, al menos no duramente, porque yo fui una de ellas a las personas que lo hacen, Dios me libre, pues sé que se hace con amor, sólo digo que los primeros momentos de un bebé son muy personales y debemos respetar y dejar a los padres que decidan si quieren o no recibir visitas, no atosigar, no ponerles en el compromiso. La principal misión de las personas cercanas esos días es permanecer un poco en distancia y estar ahí para ayudar si se les necesita, por ejemplo llevar comidita y sacar al hermanito mayor de paseo es una gran idea.
Hago muchísimas sesiones de bebés recién nacidos y lo hablo siempre con los padres y todos coinciden conmigo en el agobio y la angustia que les provoca recibir constantemente visitas los primeros días de vida. Por supuesto hay quien está encantado, y también hay visitas y visitas, pero son momentos complicados, días de cambios tras la llegada de un bebé y lo ideal es saber esperar un poco para conocerle, y los abuelos y familiares más cercanos, no molestarse por ello y ser comprensivos, porque no todo el mundo lleva las cosas de la misma manera, hay a quien le encanta estar rodeado de gente estos primeros días, pero no es lo más habitual.
El bebé tan pequeñito no está aun vacunado, ni inmune a coger un resfriado, no hay necesidad de someterle a ello, sé que muchas personas pueden criticarme por esto que digo, porque lo digo yo y se aplica a mis circunstancias personales, pero no debería ser así, tengo un blog donde me siento libre de hablar, sin censura y así seguiré haciéndolo, a pesar de que haya personas que quieran malinterpretar mis palabras como me ha sucedido en ocasiones recientes. No pienso cambiar mi blog, no pienso sufrir censuras en estos tiempo que corren.
Habrá millones de momentos para visitar al bebé, es más,ojalá cuando tenga 6 o 7 años esas mismas personas siguen teniendo las mismas ganas de verle y estar con él. Es que no lo podemos evitar, son tan lindos, frágiles… pequeñitos, hay a quien le disloca cogerles en brazos, y la mayoría lo hacen con sumo cuidado, educación, higiene, pero también hay quien les besuquea las manos sin reparar en que ese bebé de días está aun viviendo lo que se llama gestación extrauterina o embarzo extrauterino. Recuerdo los besos de Flora, la vecina de mi tías como algo realmente espeluznante. Pienso en la buena señora cogiéndome en brazos y bueno, yo directamente le escupía y lloraba como si no hubiese mañana y me soltaba, pero hay personas que sin saber por qué, no nos resultan agradables cuando somos niños, pero sobre este tema hablaré en otro post, todos hemos soportado besos mojados de gente ajena, ¿a qué sí?
Este fin de semana he disfrutado del bautizo de dos niños de mi familia. Nadie ha tomado a los bebés en brazos más allá de sus padres, madrinas o padrinos para dormirles y ayudar a la madre atareada. Cuando mi pequeña se bautizó con cuatro meses, hice un comentario en mi Facebook personal sobre estos temas ya que creo que las personas deben tomar conciencia de lo que es un bebé y respetar sus tiempos, sus momentos de sueño y no es necesario que ocurra como ocurrió. Mi hija fue de mano en mano como la «falsa monea» porque era tan gorda graciosa y estrujaba, que claro, a la personas allí presentes les entraban ganas de achucharla. Lo comprendo pero creo que tenemos todo el derecho del mundo a sentirnos incómodos por ello. En ese momento no dije nada porque no me gusta poner la guinda a ninguna fiesta y porque creo que hay que ser educado y más en un evento como un bautizo de un bebé, además sé de sobra que no había mala intención por parte de nadie. Fue un mal rato para mí el bautizo de mi hija, lo dije y no me arrepiento si sirve para que se tome conciencia de ello y que las personas que van a un bautizo como invitados piensen en que no siempre es lo más conveniente para el bebé. Sé que sentó mal y que me gané ( aunque me he enterado un año después) la crítica de muchos, pero insisto cuando escribo no es un dardo contra nadie, es una forma de intentar concienciar sobre algo que creo que se puede y debe evitar. No celebrar un bautizo por miedo a estas situaciones me parece ridículo, más bien somos los invitados a estos eventos los que tenemos que entender que ya habrá momentos de tomar al bebé en brazos, no es necesario hacerlo un día con tanta multitud de personas, ni desperartarle para ello. Creo que lo que digo es muy razonable, creo que el bebé no puede opinar y que hay que estar un poquito más relajado en este sentido. Así que amigas que vais a bautizar a vuestro bebé o vivir situaciones parecidas os invito a compartir mi post por si puede ayudar a los invitados a saber que esto es algo que no siempre agrada a los padre si se hace desenfrenadamente y en exceso. Ojo, no digo que un bebé sea frágil y que tengamos que meterle en un burbuja, para nada, pero hay ciertas cosas innecesarias que no aportan nada al bebé tan pequeñito más allá del mero placer de tenerle en brazos.
VISITAS A UN BEBÉ RECIÉN NACIDO
No me gusta hablar sentando cátedra, pero voy a enumerar unos puntos que creo que se deben cumplír cuando vamos a visitar un bebé de pocos días:
- Antes de visitar a un bebé recién nacido, pregúntale al papá (que suele encargarse del teléfono esos días) si es el momento de ir. Avisa con antelación, no te presentes sin más.
- Asegúrate de ir a horas prudentes que no interfieran en el descanso del bebé y de los nuevos padres
- Siempre te agradecerán que la visita no sea excesivamente larga, a no ser que te insistan evita quedarte a comer porque los primeros días no suelen tener muy previstos estos asuntos. La mejor ayuda es, por qué no, llevarles algún tupper de comida o capricho.
- Si estais acatarrado o malos dejad la visita para otro momento, los bebés tan pequeños aún no son tan inmunes y cualquier resfriado les puede afectar mucho.
- La madre ha pasado por un parto que puede haber sido bastante duro. Pregúntale como está y no dejes de pensar un poquito en ella.
- Si ya hay otro hermanito en casa, no te olvides de saludarle primero y que él te enseñe al bebé, los celos en estos primeros momentos pueden ser horribles.
- Lávate las manos antes de tomarle en brazos si a los padres no les importa que cojas al bebé. Ten en cuenta que si no te lo ofrecen es porque probablemente prefieren que el bebé esté tranquilo con su madre o en su cuna.
- Si la madre le esta alimentando no sugieras en ese momento cogerle en brazos, la lactancia sobre todo los primero días es complicada, es posible que la mamá aun no le tenga cogido el punto y prefiera amamantarle tranquila sin otras personas presente. Una vez que ya está al lactancia establecida es diferente.
- No sugieras a una madre de pecho que de bibi ni tampoco a la inversa. Es algo muy personal, si tu experiencia puede ayudarla y ella quiere que la ayudes es un momento estupendo para hablar del tema siempre con respeto pero si no te sacan el tema, es preferible no hablar de ello. El primer bebé te pilla por sorpresa en estos asuntos en muchas ocasiones.
- No beses al bebé en las manitas. Las manos es la principal fuente de virus y como digo los bebés están aun sin defensas fuertes. Poco a poco la irán adquiriendo.
- El mayor regalo que puedes hacer a unos padres es comprender todo estoy. Ser respetuoso en tu visita, pero si te apetece tener un detalle con el bebé no olvides el ticket regalo por si lo tiene repetido o no le queda bien la ropa. La mami eso lo agradece y mucho y por supuesto siempre le puedes regalar una bonita sesión de fotos inolvidable y para el recuerdo 😉
Espero que os sirvan este post, espero que sea tomado a bien y no a mal por aquellas almas sensibles que me leen y mucho. Todo siempre con sumo cariño 🙂
3 respuestas
No puedo estar más de acuerdo contigo en todo!!!! Yo tuve la inmensa suerte, por decisión conjunta con mi marido, de tener a mi hija en nuestro lugar de residencia, que está a 500km de nuestras familias y amigos. El «exilio» me parecía duro en esa época, pero en el momento del parto lo viví como una auténtica bendión divina. Disfrutamos del parto mi marido y yo, solos, y de nuestra hija recién nacida. Ese día, por la tarde, llegó mi madre. Y así estuvimos, tan ricamente, hasta que 10 días después, nos trasladamos a nuestra ciudad de origen, para empezar con la ronda de presentaciones oficiales …Aún entonces, las visitas eran avisando con antelación, no más de 2-3 personas a la vez y nos más de una visita por día. Y en ningún caso permitía que cogiesen a la niña. No por nada, sino porque ella se mostraba super intranquila cuando la manoseaban extraños, y luego lo acusaba en el sueño (lo quer implica que en los primeros días sí que consentí el sobe).Esto provocó que mucha gente me dejase de hablar (familiares incluidos, de los que sigo sin saber nada a día de hoy), y muchos más que tachasen de loca.Y sin embargo, a día de hoy, si tuviese otro hijo, lo haría exactamente igual. La gente que de verdad te quiere, entiende que un nacimiento es un momento de intimidad con tu pareja, con tu bebé, y punto. Y que debe haber un periodo de adaptación que tiene que poder vivirse con tranquilidad.He dicho 😀
Madre mía…perece que esta entrada la he escrito yo. Suscribo cada una de tus palabras y también sé que mucha gente no lo comprende. Hace unas semanas publiqué en mi blog una entrada justamente sobre el mismo tema. Te la dejo por aquí por si te apetece leerla 😉 https://cincoplatos.com/2017/maternidad/10-cosas-que-hacer-y-no-hacer-cuando-vas-a-conocer-a-un-recien-nacido/
Pues mi experiencia como «recién parida» del primer peque la voy a llamar «espantosa», aunque suene fuerte, pero así la recuerdo. Sólo fueron 3 días de hospital, pero no sé si fue peor allí o en casa. Hubo una ocasión en que llegué a contar hasta 9 o 10 personas muy bien acomodadas en la habitación del hospital, y que permanecieron allí pues como 4 o 5 horas. La verdadque para una madre primeriza y que tiene que sacarse la teta a cada momento e intentarque el peque la coja es un poco violento, aunque no hay mal que por bien no venga, ahí perdí toda la.vergüenza que me quedaba. Ya en casa, estuvimos un mes entero recibiendo visitas. Una tarde coincidieron 3 parejas amigas de mi marido más otra amiga mía, NO TENÍA NI SILLAS para tanta gente…
Sin embargo, en el segundo todo cambió, y aunque queríamos que así fuera, no habíamos comentado nada con nadie, casualidades de la vida. Al hospital sólo acudieron abuelos, tíos y primos, y por supuesto el superhermano de la recién nacida, ¡Qué alivio! Nos resultó un poco desconcertante después de la primera experiencia, pero lo agradecimos.
En cuanto a coger y manosear bebés… yo también comparto lo que dices, aunque por educación y respeto no pones objeciones por no quedar de malage. Y doy fe de lo que tuvo que pasar Mar en su bautizo, fue un poco caótico. Mi solución: bautizar a partir de los 9 meses y con poquitos invitados.